Manolo Safont (1928-2005), biografía parcial de alguien que lo quería como a un familiar
Hoy he escrito el artículo de Wikipedia dedicado a Manolo Safont. Desde que este gran artista y ondense falleció en 2005 (mi madre me llamó para decírmelo) que quería hacerlo. Mi otro blog, el Troppinhaus original, lo empecé para dedicarle unas palabras el en que dejó este mundo. Ahora, más de dos años después, y gracias a información que he encontrado en internet, empiezo un artículo en la wikipedia para que la gente lo conozca. De todas formas, a la versión "oficial" y tendencialmente objetiva, me gustaría complementar esta versión un tanto menos imparcial, y reflejar lo que un niño que ahora mismo tiene 28 años, pero que lo recuerda desde que tenía 4 o 5, puede decir de "el tío extraño de la gente de Onda":
Manolo Safont nació en 1928 en Onda, un por aquél entonces pequeño municipio de la provincia de Castellón. Siendo adolescente empezó a trabajar como ayudante de diversos ceramistas, y poco a poco aprendió el tradicional oficio ondense. En sus primeros años como ceramista, realizó trabajos más tradicionales, como platos, tazas, objetos pequeños de decoración y los típicos tablones de azulejos con imágenes de todo tipo, destacando las imágenes religiosas. En 1952 puso en marcha su taller individual en Onda, en el que siguió una linea similar a la hasta el momento conocida, es decir, estampas decorativas, santos y bailarinas, pájaros y paisajes que reflejan una imagen de cartel, aunque empezó a usar técnicas y texturas de fondo que confundían su cerámica con la pintura. En 1958, debido a diversos encargos, empezó su investigación en los colores y texturas cerámicas, que le valieron tres premios, uno de ellos por un San José particular y muy innovador en aquella época. A partir de este momento, y sobre todo, de 1961, cuando realizó su primera exposición en la desaparecida sala Estilo de Castellón, empezó a volcarse en la búsqueda de colores y texturas, dejando, al principio a épocas, el arte figutativo en un segundo plano. En los años 60 y principios de los 70, su arte sigue siendo tendencialmente figurativa (es decir, concreta), pero dando más importancia a las texturas que a las formas. Durante la Transición, su búsqueda de nuevos colores y luminosidades, así como su carácter inquieto y revolucionario, le hacen viajar a una abstracción que no abandonará ya. Durante los últimos años de su vida, el artista ya conocido en algunas partes del mundo, se dedica a realizar murales que decoran algunos edificios públicos, y sobre todo a pasear por su pueblo, con su jersey rojo y sus pantalones negros, su larga y rizada cabellera gris y sus barrocos bigotes que le daban un aire extravagante pero a su vez dotado de una particular elegancia. Manolo murió a finales de noviembre de 2005, dejando a su viuda, Ana, a la que pocos recordamos pero que sigue viviendo en el hogar que compartió con su difunto marido durante tantos años, una expléndida casa con un jardin ahora bien cuidado gracias a la labor de funcionarios locales, muchas de sus obras de arte que se negaba a vender, un minarete precioso, un horno árabe que pese a no ser de su propiedad defendió casi hasta el día enq ue murió para evitar su destrucción, y un sinfín de objetos que un día formarán parte de un jardín-casa-museo dedicado a la vida y obra de tan singular personaje.
Pero Manolo es más que un artista extravagante e incomprendido. Manolo fue un símbolo de la cultura y de Onda al mismo tiempo, por mucho que cuesta asociar los dos términos. Manolo, cuyos colores en la vestimenta son un reflejo de su manera de ser y de su obsesión por obtener el color carmín más cercano a la perfección que pudiera conseguir, desde muy joven empezó a manifestar su pasión por la cultura y la pintura. Durante la dictadura siempre reivindicóo la libertad y el derecho a la cultura. También fue el ideador (aunque no sé si se lo han reconocido) de la "Escola de Ceràmica d'Onda", promotor de exposiciones y eventos relacionados con el mundo de la cerámica y el arte, y sobre todo, es anciano sipático al que jóvenes y no tan jóvenes saludábamos en la calel y nos tenía horas y horas hablando. Mucha gente de Onda lo recuerda por los buenos momentos pasados hablando con él en "El Raval", la calle "San Miguel" u otros lugares típicos del pueblo. Yo recuerdo una "entrevista" que por desgracia no sé dónde guardo, que grabamos cuando tenímos de 9 a 12 años, Canelles, Fabregat y yo, cuando éramos unos alumnos de EGB en el colegio PIO XII. También recuerdo 2 navidades, hace pocos años, en las que fuimos a comer mis padres y yo con él y ana, y esas horas pasadas en su estudio viendo sus obras, su colección de piedas y escuchando sus historias. Por último, también recuerdo el homenaje que le hicieron, y lo hiócritas que son algunas personas:
En dicho homenaje, le reconocieron toda su labor (cuando hasta el momento no había gozado del beneplácito de la clase gobernante, fuea del color político que fuera, motivos los cuales desconozco y la verdad, tampoco veo oportuno ocuparme de dichos asuntos), le pusieron su nombre a una avenida y, lo que parece más importante, al museo de la cerámica. Manolo Safont, el hijo pródigo de Onda, venía públicamente reconocido en su municipio natal. Punto. Qué hay del reconocimiento a su labor por la cultura y a la Escuela de Cerámica? Por qué el director del museo de cerámica que lleva su nombre no fue él (aunque fuera a título honorario) ni lo ha sido ninguno de los ceramistas artesanos locales, como Puchal, Vicent Aguilella, Abad, los heredes de Sajironda, y otra gente que ahora ya no trabaja (muchos se han jubilado) debido a la crisis del sector cerámico tradicional? Por qué ni siquiera es uno de los historiadores más válidos que hay en Onda (Vicent Garcia Edo) y es, en mi opinión, una persona que será válida prar otras muchas tareas, pero no la veo mejor que los anteriormente citados en cuestiones ligadas a la cerámica? Por qué todos los homenajes y las sonrisas coinciden (no sabría decir si la decisión de homenajearlo ocurrió antes o después) Manolo DONE TODO SU PATRIMONIO A EL AYUNTAMIENTO DE ONDA y no una década antes de que ocurra ese hecho? Por qué sus obras han llegado hasta China y en Onda sólo exponía en unas pocas ocasiones, y en cambio sí que participaba habitualmente en exposiciones en otros municipios de la provincia?
En resumen, echo de menos alguien que para mí fue como ese tío-abuelo lejano que no sabes qué lazos familiares te unen a él pero que quieres como si fuera otro de tus abuelos, que todo el pueblo (o casi) conocía y mucha gente respetaba, y al menos sé que quienes lo conocíamos sabemos que ahora debe ser feliz, pues ha encontrado la tonalidad roja que tantos años estuvo intentando producir.
LLIBERTAT, CULTURA i ART, descansa i sigues feliò, Manolo Safont!
Jesús González Feliu, que et recorda i et trova a faltar
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